miércoles, 6 de febrero de 2019

Taller de escritura.

Después de leer Hoyos, los alumnos de primero de ESO inventan un final diferente para esta historia. Aquí van algunos de ellos.
UN NUEVO FINAL:
Cuando Standley y Héctor abrieron la maleta, lo único que había era una nota donde se recogían unas coordenadas desconocidas. Standley y Héctor se miraron al mismo tiempo, y luego miraron a la señorita Morengo. Tenían curiosidad por saber de qué lugar eran esas coordenadas, y para qué servían: ¿por qué los monitores y guardaespaldas las querían tanto? ¿Por qué unas simples coordenadas estarían tan escondidas? Con dudas, Standley preguntó:
  • Señorita Morengo, ¿sabe usted algo de esto?- dijo intrigado.
  • No, en absoluto- contestó ella contrariada.
  • Tenemos que averiguar de qué se trata esto- sugirió Héctor.
Decidieron ir al día siguiente a los juzgados. El lector se preguntará: ¿por qué llevarían eso a los juzgados? Simple, ya que ellos eran los que más sabían del caso, decidieron investigar a partir de aquella información.
Los jueces se quedaron perplejos, incluso más que ellos, y decidieron mandar a un equipo de investigación al lugar de las coordenadas. Cuando llegaron, se encontraron un edificio en ruinas. Al entrar, se dieron cuenta de que era un colegio en ruinas, pero eso ya es para la siguiente historia.
Helena Villa Pino (1º B/C).


OTRO FINAL DIFERENTE:
Standley y Zero, continuaron su camino en coche. Todos estaban en silencio y, de repente, su abogada comentó:
  • Aún no sabemos el misterio de las zapatillas robadas, ¿quién pudo haber sido?
En ese momento, Zero se sentía angustiado y dijo:
  • He sido yo, lo siento. La abogada estaba muy enfadada con él y castigó a Zero, y también a Standley porque había cometido un error. La abogada dijo:
  • Por no obedecer, como castigo, tendréis que volver al campamento y yo me iré. Standley y Zero empezaron a llorar. Una vez en el campamento “Lago Verde”, pasaban los días y nadie regresaba a por ellos, parece que la abogada iba en serio.
Daniela León (1º B/C).


DE NUEVO, OTRO FINAL:
Cuando Zero y Standley llegaron al pulgar de Dios, pasaron de estar cansados y doloridos, a estar felices y sorprendidos por lo que vieron.
  • ¡Esto es increíble!- exclamó Standley.
  • Yo diría que estamos soñando.
Tras pasar unos minutos, ambos seguían sin dar crédito. ¡Era genial! Nada más llegar a la cima, los chicos se toparon con una mansión preciosa.
A pesar de que les alegró mucho encontrarla, no estaban muy seguros de entrar, puesto que quizá había alguien residiendo allí, aunque decidieron arriesgarse. En cuanto cruzaron la puerta la puerta, vieron en grande una foto, debajo de la cual ponía: “Standeley Yelnants”.
Desde aquel día, Zero y Standley se quedaron a vivir en aquel hermoso lugar.
Y ninguno de los dos, jamás volvió a saber nada del campamento Lago Verde.
Ana Fernández García. (1º B/C).
OTRO FINAL DIFERENTE
Tras la fuga de Zero, Standley acudió en su ayuda. Standley llevaba varas horas buscándolo y lo encontró con una apariencia desagradable y maloliente. Tras mantener un diálogo con Zero, le comunicó que no quería cavar más hoyos.
Decidieron ir en busca del lugar en el que Standley encontró el pintalabios de Kate Besos Barlow.
Tras un largo tiempo de búsqueda, encontraron una bolsa de tela deshilachada con monedas de oro.
Standley dijo: “caminemos hacia el sur, para encontrar la costa”.
Zero dijo: “De acuerdo”.
Standley y Zero caminaron hacia el sur y encontraron a un campesino que vendía todo tipo de verduras:
-Buenas, ¿qué desean?- dijo el campesino.
- Algo para comer- contestó Standley.
Más tarde llegaron a un acuerdo: compraron el puesto por dos monedas de oro.
Finalmente, Standley y Zero consiguieron llegar a la costa.
Más tarde, una familia les vio y les acogió:
  • Parecéis enfermos; venid a nuestra casa y os atenderemos.
Al cabo de unos años, Standley se echó novia y Zero se fue a vivir al oeste de la costa, pero aún así siguieron siendo amigos.
Vicente Pino Romero (1º B/C).




EL FINAL DE CLAUDIA:
Estaban tranquilos en un hoyo, dormidos después de haber hecho todo el trabajo duro para encontrar el maletín, pero una luz fuerte los despertó.
  • Venga arriba- dijo una voz ronca que venía del señor Sir que venía del señor Sir.
  • Han borrado vuestros expedientes, ahora nadie sabe que estáis ahí.
El señor Sir estaba solo, sin nadie que le acompañara, sin su furgoneta.
-Mejor no salgáis de ahí, tenéis unos lagartos de pintas amarillas en los pies y parece que por ahí viene una tarántula. Será mejor que os quedéis ahí hasta que se vayan, así que vuelvo mañana- dijo el señor Sir.
Las horas pasaban infinitamente, mientras que la cabeza de Standley y Zero corrían un montón de ideas en sus cabezas: ¿cómo lo habrían encontrado tan pronto? ¿Y la furgoneta del señor Sir?
Llegó la mañana y volvió a llegar el señor Sir.
  • Vale, seguís teniendo lagartos en los pies, pero ya no puedo esperar más, por si no lo sabíais, lleváis chips de rastreamiento, es decir, podemos seguiros allá donde vayáis. Llegó un momento en el que no encontramos vuestra localización. Entonces, no pudimos hacer otra cosa más que buscaros. Tu madre Standley, ha venido a por ti, pero lamentablemente le hemos tenido que decir que no aparecías. Si quieres volver a casa, tienes que entregarte a Vigilante y entregarle el maletín. Así que venga, vamos. – dijo el señor Sir.
Nada más llegar, Vigilante estaba en su cabaña pitándose las uñas con su esmalte rojo hecho con veneno de serpiente.
  • Dame el maletín. Fue clara, pero ni Stndley ni Zero reaccionaron.
  • Dadme el maletín o seréis víctimas del veneno de serpiente.
Zero cogió el pintauñas y se lo tiró a Vigilante. Vigilante estaba desangrada y el Señor Sir la estaba intentando ayudar. Mientras tanto, Standley y Zero fueron a llamar a los demás.
  • ¡Vamos chicos! Gritaban con todas sus fuerzas. Iban todos como si fuera una película de acción. Todos juntos en línea, solo les faltaban las gafas de sol.
Fueron a la cabaña de Vigilante, donde había un teléfono, no quedada allí nadie. Vigilante y el Señor Sir estaban en la furgoneta rumbo al hospital y los chicos estaban completamente solos en medio del desierto. Después de muchos interrogatorios llegaron a saber que Vigilante y el señor Sir eran de una mafia que se dedicaba a la explotación infantil. En el maletín solo había splosh, es decir, que no tenía nada de valor.
Por el sufrimiento, a cada chico del campamento se le dio diez mil dólares y todos llegaron sanos y salvos, sabiendo que no volverían al campamento.
Claudia Acedo Muñoz (1º C).


SEGUIMOS CON EL GRUPO C (JIMENA):
Cuando Zero y Standley encontraron el maletín se fueron dentro del campamento, despertaron a todos sus compañeros y mientras se despertaban, Standley fue a la cocina a comer algo.
Standley les contó todo el plan a los chicos, fueron caminando sin rumbo por el oscuro descampado. Cuando llegaron al Gran Pulgar ya había amanecido y se quedaron descansando un par de horas.
Cuando se despertó el Señor Sir y vio que no había nadie pensó que se había quedado dormido, pero cuando saló para fuera vio que no había nadie fue para dentro, buscó en las duchas, en la cocina, en su despacho, pero nada, no vio ni rastro de los niños, se asustó, hizo las maletas y se fue lejos a encontrar un refugio.
Después de descansar, los niños siguieron caminando y después de tres horas caminando llegaron a la ciudad. Fueron a casas de Standley y su madre se sorprendió al ver a su niño rodeado de tanta gente.
Standley decidió contarle todo a su madre y poner de una vez las cartas sobre la mesa, pero no querían comportarse mal con el Señor Sir. Entonces, decidieron contratar un coche e ir a buscarlo.
Al final, encontraron al Señor Sir e hicieron un trato: se quedaban con el campamento, no le denunciaban y al Señor Sir no le quedaba otra que dárselo.
Jimena Sánchez Del Pozo (1º C).
EL FINAL SEGÚN NATALIO
… En ese momento se sintieron acorralados, por encima de ellos se encontraban Vigilante y el señor Sir y junto a nuestros protagonistas varios lagartos de ojos rojos, dientes negros y larga lengua blanca.
Cada vez había más luz solar haciendo que esos diablos se escondieran, sin embargo, una astuta serpiente de cascabel buscó el momento para atacar al enemigo cuando estaban despistados, dejando escapar a Stanley y a Zero que llevaban una extraña maleta, cargada de joyas propiedad de Stanley Yelnats….Se dirigieron a la “Nada”, donde se encontraron a sus amigos; estos estaban muy preocupados por ellos pensando que habían muerto, salvo aquella sombra misteriosa, que acechaba desde donde nadie podía verla, pero sin sentirla, me refiero a Rayos X que aun no había superado sus problemas raciales con nuestro protagonista.
Todos coincidían en hacer partícipe a la policía de lo que estaba ocurriendo:
-El novato puede hacernos un viaje por carretera en busca de un teléfono” dijo Zigzag y dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra.
Apurando el combustible, llegaron hasta la cabaña de Vigilante en busca de un teléfono que les socorriera .Era mal sitio para esperar a la policía, así que mientras tanto decidieron fortificarla con todos los muebles que había en su interior… La noche llegó enseguida trayendo con ella tres siluetas alargadas…
  • Maldita sea, han llegados ellos antes que la policía- dijo Calamar.
  • Estáis perdidos, ilusos, nada escapará a las llamas- dijo Sir.
  • ¿Quemaríais vuestro precioso tesoro?-dijo Stanley.
Con esta frase provocó una discusión muy fuerte entre Vigilante y Sir, que discutían sobre incendiar la cabaña o no. De esa manera ganaron tiempo, el suficiente para que de repente de lo alto del tejado y apuntándoles con sus armas aparecieran por fin las autoridades q sin dudarlo atraparon a los malhechores y devolvieron la tranquilidad y la libertad a nuestros valientes amigos.
Natalio (1º C).
EL ÚLTIMO FINAL
Standley estaba con Zero bajando el Gran Pulgar. Al bajar abajo del todo, Zero le dijo a Standley que se había encontrado un hoyo. Standley se quedó asombrado por unos instantes, e inmediatamente fue a verlo. Ninguno de los dos recordaba haberlo visto antes, por lo que alguien lo había cavado mientras estaban en el Gran Pulgar.
Miraron dentro del hoyo para ver si había algo, y había una pequeña caja. Zero le dijo a Standley que la abriera. En ella había un papel blanco, pero… No había nada escrito en él, así que, ellos continuaron su camino.
Cuando vieron el campamento Lago Verde, idearon un plan para poder cavar en el hoyo en el que Standley encontró el tubo dorado. Decidieron ir por la noche, creían que nadie vigilaría a esas horas.
Cuando llegó la noche, pusieron en marcha su plan.
Todo estaba saliendo bien, pero de repente aparecieron Vigilante y el Señor Sir, Zero se metió rápidamente con Standley en el hoyo y los dos sintieron un cosquilleo y … ¡el hoyo era un nido de lagartos de pintas amarillas! Standley le dijo a Zero que no se moviera. Zero le hizo caso pero… no sirvió de nada, los lagartos le mordieron a los dos, les inyectaron su veneno y murieron. Despertaron en unas camillas en una habitación blanca. Zero y Standley se miraron. De repente, un señor entró a la habitación y después las familias de Zero y Standley. El señor les dijo que estaban en una simulación de castigo por cosas que hicieron en el pasado. Standley le preguntó que si se podían ir con sus familias. El señor les dijo que sí y los dos se levantaron rápidamente de las camillas y se fueron con sus familias. Standley y Zero de despidieron, pero prometieron verse algún día.
Víctor Manuel Cordero Tamayo (1º C).

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