Después de leer Hoyos, los alumnos de primero de ESO inventan un final diferente para esta historia. Aquí van algunos de ellos.
UN
NUEVO FINAL:
Cuando
Standley y Héctor abrieron la maleta, lo único que había era una
nota donde se recogían unas coordenadas desconocidas. Standley y
Héctor se miraron al mismo tiempo, y luego miraron a la señorita
Morengo. Tenían curiosidad por saber de qué lugar eran esas
coordenadas, y para qué servían: ¿por qué los monitores y
guardaespaldas las querían tanto? ¿Por qué unas simples
coordenadas estarían tan escondidas? Con dudas, Standley preguntó:
-
Señorita
Morengo, ¿sabe usted algo de esto?- dijo intrigado.
-
No, en
absoluto- contestó ella contrariada.
-
Tenemos que
averiguar de qué se trata esto- sugirió Héctor.
Decidieron
ir al día siguiente a los juzgados. El lector se preguntará: ¿por
qué llevarían eso a los juzgados? Simple, ya que ellos eran los que
más sabían del caso, decidieron investigar a partir de aquella
información.
Los
jueces se quedaron perplejos, incluso más que ellos, y decidieron
mandar a un equipo de investigación al lugar de las coordenadas.
Cuando llegaron, se encontraron un edificio en ruinas. Al entrar, se
dieron cuenta de que era un colegio en ruinas, pero eso ya es para la
siguiente historia.
Helena
Villa Pino (1º B/C).
OTRO
FINAL DIFERENTE:
Standley
y Zero, continuaron su camino en coche. Todos estaban en silencio y,
de repente, su abogada comentó:
En
ese momento, Zero se sentía angustiado y dijo:
-
He sido yo,
lo siento. La abogada estaba muy enfadada con él y castigó a Zero,
y también a Standley porque había cometido un error. La abogada
dijo:
-
Por no
obedecer, como castigo, tendréis que volver al campamento y yo me
iré. Standley y Zero empezaron a llorar. Una vez en el campamento
“Lago Verde”, pasaban los días y nadie regresaba a por ellos,
parece que la abogada iba en serio.
Daniela
León (1º B/C).
DE
NUEVO, OTRO FINAL:
Cuando
Zero y Standley llegaron al pulgar de Dios, pasaron de estar cansados
y doloridos, a estar felices y sorprendidos por lo que vieron.
Tras
pasar unos minutos, ambos seguían sin dar crédito. ¡Era genial!
Nada más llegar a la cima, los chicos se toparon con una mansión
preciosa.
A
pesar de que les alegró mucho encontrarla, no estaban muy seguros de
entrar, puesto que quizá había alguien residiendo allí, aunque
decidieron arriesgarse. En cuanto cruzaron la puerta la puerta,
vieron en grande una foto, debajo de la cual ponía: “Standeley
Yelnants”.
Desde
aquel día, Zero y Standley se quedaron a vivir en aquel hermoso
lugar.
Y
ninguno de los dos, jamás volvió a saber nada del campamento Lago
Verde.
Ana
Fernández García. (1º B/C).
OTRO
FINAL DIFERENTE
Tras
la fuga de Zero, Standley acudió en su ayuda. Standley llevaba varas
horas buscándolo y lo encontró con una apariencia desagradable y
maloliente. Tras mantener un diálogo con Zero, le comunicó que no
quería cavar más hoyos.
Decidieron
ir en busca del lugar en el que Standley encontró el pintalabios de
Kate Besos Barlow.
Tras
un largo tiempo de búsqueda, encontraron una bolsa de tela
deshilachada con monedas de oro.
Standley
dijo: “caminemos hacia el sur, para encontrar la costa”.
Zero
dijo: “De acuerdo”.
Standley
y Zero caminaron hacia el sur y encontraron a un campesino que vendía
todo tipo de verduras:
-Buenas,
¿qué desean?- dijo el campesino.
-
Algo para comer- contestó Standley.
Más
tarde llegaron a un acuerdo: compraron el puesto por dos monedas de
oro.
Finalmente,
Standley y Zero consiguieron llegar a la costa.
Más
tarde, una familia les vio y les acogió:
Al
cabo de unos años, Standley se echó novia y Zero se fue a vivir al
oeste de la costa, pero aún así siguieron siendo amigos.
Vicente
Pino Romero (1º B/C).
EL
FINAL DE CLAUDIA:
Estaban
tranquilos en un hoyo, dormidos después de haber hecho todo el
trabajo duro para encontrar el maletín, pero una luz fuerte los
despertó.
-
Venga arriba- dijo una voz ronca que venía del señor Sir que venía
del señor Sir.
-
Han borrado vuestros expedientes, ahora nadie sabe que estáis ahí.
El
señor Sir estaba solo, sin nadie que le acompañara, sin su
furgoneta.
-Mejor no salgáis de ahí, tenéis unos lagartos de pintas
amarillas en los pies y parece que por ahí viene una tarántula.
Será mejor que os quedéis ahí hasta que se vayan, así que vuelvo
mañana- dijo el señor Sir.
Las
horas pasaban infinitamente, mientras que la cabeza de Standley y
Zero corrían un montón de ideas en sus cabezas: ¿cómo lo habrían
encontrado tan pronto? ¿Y la furgoneta del señor Sir?
Llegó
la mañana y volvió a llegar el señor Sir.
-
Vale, seguís teniendo lagartos en los pies, pero ya no puedo
esperar más, por si no lo sabíais, lleváis chips de
rastreamiento, es decir, podemos seguiros allá donde vayáis. Llegó
un momento en el que no encontramos vuestra localización. Entonces,
no pudimos hacer otra cosa más que buscaros. Tu madre Standley, ha
venido a por ti, pero lamentablemente le hemos tenido que decir que
no aparecías. Si quieres volver a casa, tienes que entregarte a
Vigilante y entregarle el maletín. Así que venga, vamos. – dijo
el señor Sir.
Nada
más llegar, Vigilante estaba en su cabaña pitándose las uñas con
su esmalte rojo hecho con veneno de serpiente.
-
Dame el maletín. Fue clara, pero ni Stndley ni Zero reaccionaron.
-
Dadme el maletín o seréis víctimas del veneno de serpiente.
Zero cogió el pintauñas y se lo tiró a Vigilante. Vigilante estaba
desangrada y el Señor Sir la estaba intentando ayudar. Mientras
tanto, Standley y Zero fueron a llamar a los demás.
Fueron a la cabaña de Vigilante, donde había un teléfono, no
quedada allí nadie. Vigilante y el Señor Sir estaban en la
furgoneta rumbo al hospital y los chicos estaban completamente solos
en medio del desierto. Después de muchos interrogatorios llegaron a
saber que Vigilante y el señor Sir eran de una mafia que se dedicaba
a la explotación infantil. En el maletín solo había splosh, es
decir, que no tenía nada de valor.
Por el sufrimiento, a cada chico del campamento se le dio diez mil
dólares y todos llegaron sanos y salvos, sabiendo que no volverían
al campamento.
Claudia Acedo Muñoz (1º C).
SEGUIMOS CON EL GRUPO C (JIMENA):
Cuando Zero y Standley encontraron el maletín se fueron dentro del
campamento, despertaron a todos sus compañeros y mientras se
despertaban, Standley fue a la cocina a comer algo.
Standley les contó todo el plan a los chicos, fueron caminando sin
rumbo por el oscuro descampado. Cuando llegaron al Gran Pulgar ya
había amanecido y se quedaron descansando un par de horas.
Cuando se despertó el Señor Sir y vio que no había nadie pensó
que se había quedado dormido, pero cuando saló para fuera vio que
no había nadie fue para dentro, buscó en las duchas, en la cocina,
en su despacho, pero nada, no vio ni rastro de los niños, se asustó,
hizo las maletas y se fue lejos a encontrar un refugio.
Después de descansar, los niños siguieron caminando y después de
tres horas caminando llegaron a la ciudad. Fueron a casas de Standley
y su madre se sorprendió al ver a su niño rodeado de tanta gente.
Standley decidió contarle todo a su madre y poner de una vez las
cartas sobre la mesa, pero no querían comportarse mal con el Señor
Sir. Entonces, decidieron contratar un coche e ir a buscarlo.
Al final, encontraron al Señor Sir e hicieron un trato: se quedaban
con el campamento, no le denunciaban y al Señor Sir no le quedaba
otra que dárselo.
Jimena Sánchez Del Pozo (1º C).
EL
FINAL SEGÚN NATALIO
…
En ese momento se sintieron acorralados, por encima de ellos se
encontraban Vigilante y el señor Sir y junto a nuestros
protagonistas varios lagartos de ojos rojos, dientes negros y larga
lengua blanca.
Cada
vez había más luz solar haciendo que esos diablos se escondieran,
sin embargo, una astuta serpiente de cascabel buscó el momento para
atacar al enemigo cuando estaban despistados, dejando escapar a
Stanley y a Zero que llevaban una extraña maleta, cargada de joyas
propiedad de Stanley Yelnats….Se dirigieron a la “Nada”, donde
se encontraron a sus amigos; estos estaban muy preocupados por ellos
pensando que habían muerto, salvo aquella sombra misteriosa, que
acechaba desde donde nadie podía verla, pero sin sentirla, me
refiero a Rayos X que aun no había superado sus problemas raciales
con nuestro protagonista.
Todos
coincidían en hacer partícipe a la policía de lo que estaba
ocurriendo:
-El
novato puede hacernos un viaje por carretera en busca de un teléfono”
dijo Zigzag y dicho y hecho. Se pusieron manos a la obra.
Apurando
el combustible, llegaron hasta la cabaña de Vigilante en busca de un
teléfono que les socorriera .Era mal sitio para esperar a la
policía, así que mientras tanto decidieron fortificarla con todos
los muebles que había en su interior… La noche llegó enseguida
trayendo con ella tres siluetas alargadas…
-
Maldita sea, han llegados ellos antes que la policía- dijo Calamar.
-
Estáis perdidos, ilusos, nada escapará a las llamas- dijo Sir.
-
¿Quemaríais vuestro precioso tesoro?-dijo Stanley.
Con
esta frase provocó una discusión muy fuerte entre Vigilante y Sir,
que discutían sobre incendiar la cabaña o no. De esa manera ganaron
tiempo, el suficiente para que de repente de lo alto del tejado y
apuntándoles con sus armas aparecieran por fin las autoridades q sin
dudarlo atraparon a los malhechores y devolvieron la tranquilidad y
la libertad a nuestros valientes amigos.
Natalio
(1º C).
EL
ÚLTIMO FINAL
Standley
estaba con Zero bajando el Gran Pulgar. Al bajar abajo del todo,
Zero le dijo a Standley que se había encontrado un hoyo. Standley se
quedó asombrado por unos instantes, e inmediatamente fue a verlo.
Ninguno de los dos recordaba haberlo visto antes, por lo que alguien
lo había cavado mientras estaban en el Gran Pulgar.
Miraron
dentro del hoyo para ver si había algo, y había una pequeña caja.
Zero le dijo a Standley que la abriera. En ella había un papel
blanco, pero… No había nada escrito en él, así que, ellos
continuaron su camino.
Cuando
vieron el campamento Lago Verde, idearon un plan para poder cavar en
el hoyo en el que Standley encontró el tubo dorado. Decidieron ir
por la noche, creían que nadie vigilaría a esas horas.
Cuando
llegó la noche, pusieron en marcha su plan.
Todo
estaba saliendo bien, pero de repente aparecieron Vigilante y el
Señor Sir, Zero se metió rápidamente con Standley en el hoyo y los
dos sintieron un cosquilleo y … ¡el hoyo era un nido de lagartos
de pintas amarillas! Standley le dijo a Zero que no se moviera. Zero
le hizo caso pero… no sirvió de nada, los lagartos le mordieron a
los dos, les inyectaron su veneno y murieron. Despertaron en unas
camillas en una habitación blanca. Zero y Standley se miraron. De
repente, un señor entró a la habitación y después las familias de
Zero y Standley. El señor les dijo que estaban en una simulación de
castigo por cosas que hicieron en el pasado. Standley le preguntó
que si se podían ir con sus familias. El señor les dijo que sí y
los dos se levantaron rápidamente de las camillas y se fueron con
sus familias. Standley y Zero de despidieron, pero prometieron verse
algún día.
Víctor
Manuel Cordero Tamayo (1º C).