Despertad al Diplodocus.
Una conspiración educativa para transformar la escuela…
Y todo lo demás.
Antes de leerlo en este libro de José Antonio Marina, muchos ya conocíamos el microcuento de Augusto Monterroso titulado El dinosaurio:
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Y por supuesto, todos conocemos la fotografía de Aylan Kurdi, un niño sirio de tres años muerto en una playa de Turquía cuando con su familia trataba de emigrar a Europa, triste imagen que dio la vuelta al mundo y que difícilmente puede contemplarse conteniendo las lágrimas….
Con estas dos llamadas de atención, el minicuento y la conmovedora fotografía de Aylan Kurdi, comienza José Antonio Marina su libro Despertad al Diplodocus. Ambas resumen las dos ideas principales de esta obra que anima al lector a la acción:
- El sistema educativo está dormido, no ha cambiado demasiado con el paso del tiempo, a pesar de que vivimos cambios acelerados en otros aspectos sociales. En pleno siglo XXI, en el ámbito educativo, el dinosaurio todavía sigue aquí.
- El sistema educativo debe enmarcarse dentro de un proyecto más amplio, el de la convivencia ética universal. Debemos aprender a ser felices individualmente, y también a serlo universalmente, tratando de construir sociedades justas que favorezcan nuestros proyectos personales y los de nuestra gran familia, los seres humanos. La fotografía de Aylan Kurdi no debe ser olvidada y tendría que servir para movilizar a unos ciudadanos que corren el riesgo de volver, desde un punto de vista ético, a la era Mesozoica, la de los Dinosaurios, donde la única ley que imperaba era la del más fuerte.
Un buen libro es aquel que te invita a pensar, a investigar, a actuar. Como educadores que somos, sería casi una obligación sumarnos a la conspiración que propone Marina para despertar a un sistema educativo que no puede entenderse como un ámbito aislado del resto de la sociedad. De ahí que la revolución que el filósofo propone sea la de promover una “Sociedad del Aprendizaje” que sólo puede lograrse si intervienen los cinco motores del cambio: la escuela, la familia, la ciudad, la empresa y el estado. Marina presenta para cada uno una hoja de ruta, exponiendo las diferentes maneras en que pueden sumarse para lograr el objetivo del cambio en cinco años.
Después de leer la propuesta educativa de Marina y su Teoría Ejecutiva de la Inteligencia, he descubierto el apasionante mundo de la neurodidáctica, cuyas investigaciones proponen un cambio metodológico absoluto basado en la actividad cerebral de los que aprenden y en sus particularidades. A todos nos gustaría ser más ingeniosos, alegres, optimistas, tenaces, libres. Todas estas cualidades son hábitos que la INTELIGENCIA EJECUTIVA se propone como proyectos, y consigue mediante entrenamiento.
La educación no debe centrarse en la transmisión de unos contenidos que, gracias a las nuevas tecnologías, podemos hallarlos fácilmente tecleando en nuestro ordenador. Se trata de crear personas con talento, líderes capaces de transformar la sociedad y crear proyectos útiles para construir un mundo mejor.
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