Los alumnos de 3º D han utilizado las posiblilidades que nos ofreace Librarium para leer el primer libro en prosa de la literatura castellana. De esta manera, han completado sus conocimientos sobre nuestra literatura medieval. Después, han resumido el cuento que más les ha llamado la atención. A continuación os dejo algunos de los más interesantes.
Ejemplo VIII. De lo que aconteció a un hombre que era mal doliente.
El Conde Lucanor pidió consejo a Patronio, su consejero, sobre qué hacer en un tema que le preocupaba mucho: debía vender o no unas tierras a las que les tenía mucha estima, para así poder ayudar a gente que en realidad no necesitaban ser ayudadas.
Patronio ,como siempre, le cuenta una historia a modo de enseñanza sobre un hombre que estando enfermo del hígado tenían que operarlo para sobrevivir; una vez extraído el hígado, alguien le pidió un trozo de este al cirujano para su gato.
El Conde Lucanor entendió que si prescindes de cosas, o las malgastas cuando no te son necesarias, llegará el día en que sí lo precises y no lo tengas, y ya no haya solución.
El Conde Lucanor le hizo caso y le fue muy bien.
Natalio Sánchez Díaz.
Ejemplo IV. De lo que aconteció a un genovés que hablaba con su alma.
De lo que aconteció a un genovés que hablaba con su alma.
El conde le contó a Patronio, su consejero, que unos vecinos le aconsejaron que debería ir a alguna aventura, pero el conde estaba inseguro y le pidió un consejo. Patronio le contó una historia en la que un rico genovés tenía una enfermedad y estaba muy mal, hizo reunir a todos sus familiares y amigos y se puso a hablar con su alma sobre todo lo que perdería si abandonaba su cuerpo (familia, amigos, riquezas ...). Con esta historia Patronio le quiso decir al conde que no se arriesgara a perder todo lo que tenía.
Víctor Manuel Cordero Tamayo.
Ejemplo V. De lo que aconteció al cuervo con el raposo.
En este cuento el conde Lucanor le cuenta a Patronio que un hombre había comenzado a
sugerir que había en él muchas bondades, merecimientos y buenas cualidades.
A todo esto, Patronio le respondió que estaba tratando de engañarlo, con el fin de que aceptara el negocio que este le había propuesto.
Para que el conde lo entendiera, Patronio decidió contarle un cuento, que trataba sobre un cuervo y un raposo. En la historia, el raposo comienza a halagar al cuervo con el objetivo de robarle el pedazo de queso que se hallaba en su pico, lo cual acaba consiguiendo.
Gracias al consejo de Patronio, el conde se libró de cometer un gran error, pues, como bien dice el dicho: “quien te alaba con lo que no tienes, quiere quitarte lo que quiere.
Ana Fernández García
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