Los alumnos de 3º ESO D han inventado un final diferente para la lectura que estábamos realizando en clase, Almogávar sin querer. Desde aquí os animamos a leerla, y os dejamos algunos de los finales desarrollados en este grupo.
MI FINAL: IRATXE FERNÁNDEZ BELDA
Después de lo sucedido con los almogávares en Filadelfia (batalla
en la que muere García Garcés), Garcés no sabe qué más hacer y vuelve a su
pueblo.
Pasada una semana, cuando ya se encuentra mucho mejor, decide ir
al castillo de Viola para verla ya que no tiene otra cosa que hacer.
En el camino, sin esperarlo, se encuentra con el padre de Viola.
Este al verle lo para y Garcés se piensa que aún quiere matarlo,
pero se sorprende cuando el barón le pregunta que qué tal le fue en Bizancio,
ya que se enteró de todo lo que pasó. Garcés se sorprende por la pregunta
y le cuenta toda la historia.
Al terminar de contarlo todo, el barón le pregunta que a qué se
debe que ande él por ahí, y claro Garcés se puso más nervioso que antes y el
barón que parecía que estaba amistoso le dijo que sabía que iba por Viola.
Garcés le preguntó que si no pasaba nada, temiendo por la
respuesta del otro se puso tenso, y al escuchar el no del barón se volvió a
relajar.
Al llegar al castillo, el barón le abre las puertas y este va
corriendo a ver a Viola.
Al encontrarse, estos se abrazan y se besan.
Al paso de unos años Viola y Garcés están casados y con una
hija.
MI FINAL: ANA FERNÁNDEZ GARCÍA
Al final de la historia Garcés logra volver a casa, después de la
aventura vivida ejerciendo como almogávar. Una vez allí, le da a su familia la
noticia de la muerte de su padre y después va a reencontrarse con Viola, para
hablar acerca de lo ocurrido durante el tiempo que habían estado sin verse y
alejados el uno del otro.
Aunque al principio Viola estaba confusa y no se tomó demasiado
bien la ruptura con Garcés, acabaron siendo muy buenos amigos.
Transcurrieron las semanas y el protagonista decidió
ir en busca de Constanza, con quien acabó formando una gran familia.
Finalmente, continuó sirviendo a la corona de Aragón como
almogávar en nombre de su padre y fue muy feliz, ya que aprendió a tomar sus
propias decisiones y estaba rodeado de las personas que verdaderamente eran
importantes para él.
MI FINAL: JAVIER GARCÍA-BERMEJO NÚÑEZ
Garcés decide irse de Adriapolis. Él vuelve a Santa María de
Goreia. Cuando llega le cuenta todo lo sucedido en Adriápolis, la muerte de su
padre…
Pasaron unos días y Garcés ya se empezaba a aburrir, él no olvida
su amor a Viola y decide volver al castillo del conde. Su abuelo le dice que es
un viaje muy largo y complejo y le da un caballo de su amigo Alfonso el
herrero. Garcés empieza su largo viaje pero antes decide visitar al amigo de su
abuelo, Blas, para ver cómo está. Cuando llega a su casa lo ve todo muy raro,
cambiado, destrozado. Garcés toca la puerta pero no le abre nadie pero se da
cuenta que está abierta y entra. Entonces Garcés se lleva un gran susto porque
Blas estaba apuntándole con una pistola. Blas se da cuenta que es él y empiezan
hablar de todo y Garcés le pregunta porque la casa está tan destrozada. Blas le
dice que después de que se fuera le vinieron a atacar unos veinte soldados del
conde.
Garcés le cuenta que tiene pensando volver al castillo para ver su
amada y Blas se dispone a ayudarle. Al día siguiente deciden hacer el viaje.
Fue un largo viaje, tardaron dos días en llegar al castillo, cuando llegaron
empezaron a hacer el plan para entrar pero se dieron cuenta que el conde estaba
en el castillo. Garcés dice que va a volver a hacer lo mismo que la última vez:
ir por la puerta de la cocina y escalar el muro. Blas le dice que es un plan
arriesgado, pero puede funcionar. Garcés empieza escalar el muro cuando llega a
la cima y no ve a nadie y se cuela dentro. Garcés entra en una sala donde ve al
conde hablando con Nicolás. Garcés avanza a otra sala pero de repente le
encuentran unos soldados que estaban en esa sala. Entonces Garcés intenta
escapar pero lo rodean unos diez soldados. Los soldados lo llevan al conde. El
conde se sorprende al ver al muchacho y le propone hacer una batalla contra
Garcés porque como el conde estaba seguro de que iba a ganar la batalla y de
que Garcés moriría. Sería al día siguiente en la plaza de las armas del
castillo, mientras Garcés estaría encerrado en el calabozo. Blas va a ver qué
pasa ya que Garcés tarda mucho y se empieza a preocupar. Entonces es cuando ve
a un carro de paja que quiere entrar en el castillo, Blas como es tan listo
decide entrar dentro de la paja para poder entrar en castillo.
Cuando está dentro del castillo empieza a buscar Garcés, a ver que
no lo encuentra, piensa que debe estar en los calabozos o muerto. Blas entra en
calabozos y ve al muchacho sentado en una silla que había. Garcés al verlo se
pone muy contento y le empieza a poner al día. Después de que le haya contado
todo, Blas le dice que la única opción para salir del castillo es ganando al
conde porque él no podía hacer nada, escuchan a unos soldados bajar las
escaleras y Blas se tenía que ir.
Al día siguiente, ya empezaba la batalla. Garcés se preparaba y
veía cómo llegaba el conde y su hija
Viola a presenciar la batalla. La batalla empezaba y Garcés estaba muy nervioso
porque sabía que era muy complicado, pero lo iba hacer por Viola. Empieza la
batalla y Garcés y el conde empiezan a luchar. Garcés le da en derechazo con la
espada, el conde le devuelve el golpe. El conde consigue cortar a Garcés.
Garcés se duele pero sigue por Viola y entonces Garcés le corta con la espada al
conde Garcés aprovecha para seguir haciéndole
daño y consigue quitarle la espada. El conde le dice que es igual de cobarde
como su padre, esas palabras hacen que Garcés se enfade y hace que le clave la
espada en el pecho. El conde se moría y nadie le ayudaba porque a nadie le
importaba ni su mujer, ni su hija , ni su ayudante Nicolás. Murió y Garcés fue
corriendo hacia Viola y se dieron un beso. Pasaron unas horas y Garcés se
encontró con Blas, le dio la enhorabuena por haber ganado y dijo que se iba
porque aquí ya no tenía nada que hacer. Garcés y Blas se despidieron. Garcés se
queda con su amada y se convirtieron en los condes de Aragón.
MI FINAL: NATALIO SÁNCHEZ DÍAZ.
Después de la muerte de Roger, el único camino que Garcés veía en
su mente era la venganza.
Durante mucho tiempo, su meta fue exterminar a los alanos y a toda
la familia imperial, encabezada por el heredero al trono, Miguel Paleólogo.
Fue de esta manera como consiguió que María Xenia fuera Reina de
Bizancio y él su hombre de confianza.
Fueron años de guerras y luchas salvajes, hasta que un día Xenia,
le dijo que ya era suficiente, que había hecho por ella y por Roger, mucho más
de lo que se le había pedido.
Como compensación, la hermosa reina le ofrece la mano de Viola que
aparece como por arte de magia en la corte bizantina.
Xenia se enteró de que su padre quería casarla con un barón, y que
esta seguía queriendo a Garcés. Así fue como la ayudó a escapar de un futuro
maldito.
Garcés se quedó atónito ante la presencia de Viola, que estaba
mucho más guapa de cómo él la recordaba…
Xenia se retira de la habitación y ambos se confiesan su amor y
deciden recuperar el tiempo perdido.
Garcés, por fin pudo vivir junto a Viola una vida feliz.
Natalio Sánchez Díaz