Buenos días a todos¡
Esta semana voy a recomendaros la lectura de una serie de
libros de divulgación científica. Son libros que tratan el tema de la ciencia
desde un punto de vista ameno. Creedme cuando os digo que os resultarán
entretenidos y sobre todo que aprenderéis con ellos un montón de curiosidades.
Comenzamos con el libro de Len Fisher COMO MOJAR UNA GALLETA:
La ciencia en la vida cotidiana. Se trata de un libro fácil, sin fórmulas,
que por una parte puede satisfacer la curiosidad sobre cosas que uno,
especialista o no, se pregunta y no obtiene respuesta clara. Se nos propone un
método entretenido y accesible para esclarecer, a través de nuestras
actividades diarias, las más profundas cuestiones científicas. A lo largo de la
historia, los científicos han ido desvelando algunas de las leyes más ocultas
de la naturaleza para entender y mejorar el vivir cotidiano en actividades
tales como cocinar, mantener la casa, hacer deporte, e incluso el aparentemente
simple acto de mojar una galleta en una taza de café. El autor nos ofrece una
puerta abierta a la ciencia, que será de gran ayuda para todos aquellos que
quieran saber qué hacen los científicos, por qué lo hacen y cómo realizan su
trabajo. Cada capítulo se dedica a una rama diferente de la ciencia, y mediante
la puesta en escena de actividades habituales, tales como el desayuno, las
compras, los trabajos de bricolaje en la casa, los deportes, tomar una copa o
darse un baño, ilustra al lector y le demuestra cómo lo aparentemente vulgar y
cotidiano puede servir para estimular el interés por el conocimiento
científico.
Lo recomiendo para cualquier persona con un poco de
curiosidad científica.
El siguiente libro que os recomiendo esta semana lleva por
título EL CEREBRO DEL REY: vida, sexo, conducta, envejecimiento y
muerte de los humanos, de Nolasc
Acarín. En este libro apasionante, agudo y deslumbrante se da respuesta a la
pregunta más elemental: ¿por qué nos comportamos como lo hacemos? Se explica
cómo los humanos hemos conseguido tener un cerebro tan versátil, cómo influye
en nuestro comportamiento la herencia de múltiples formas de vida animal
anterior a la nuestra y de qué forma reaccionamos frente al estímulo de la
naturaleza o de otro humano. Todo ello con un cerebro de kilo y medio que, como
se explica, sirve para andar, pensar, amar, odiar, hacer la digestión,
controlar el ritmo del corazón, ser feliz o estar triste. Como bien dice el
autor, sin cerebro no hay vida humana. Tenerlo es un privilegio que nos dio la
evolución mediante la selección natural, aunque hay quien lo ignore o use poco.
Y por último, pero no por ello menos instructivo os
recomiendo la lectura del libro UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO,
de Bill Bryson. Cuando se leen muchos ensayos de divulgación científica,
normalmente solemos huir de los libros generalistas, porque ése tipo de libros
que intentar abarcar casi todas las áreas del conocimiento científico,
tropiezan en lugares comunes. A la larga acabas leyendo las mismas afirmaciones
una y otra vez. Pero este autor es
diferente. Ha conseguido explicar lo que figuraría en cualquier libro de texto
de ciencias del instituto de una manera totalmente nueva, divertida y
apasionante. Como él mismo advierte en el prólogo del libro, de joven nunca
veía saciadas sus verdaderas dudas cuando miraba sus libros de texto de
ciencias. Podía ver, por ejemplo, las capas internas de la tierra, el núcleo de
magma...pero su manual no ahondaba en los interrogantes que cualquiera se
plantearía ante semejante imagen: ¿cómo es posible que no notemos el calor de
ese infierno que hay bajo tierra, por ejemplo?
Con esta actitud casi infantil de preguntárselo todo aunque
parezca tonto, Bryson condesa trece mil millones de años de historia de una
forma divertida, con tantas anécdotas y guiños al lector, que uno consume las
páginas a una velocidad endiablada.
Es un libro de divulgación científica del que todos podemos aprender algo, ya que relata la
historia del mundo desde el primer pepinazo cósmico, el conocico Big Bang,
hasta la aparición del ser humano como especie, pasando por todas y cada una de
las ramas de la ciencia.
Para terminar el programa, quiero hacerlo con una frase que
invita a la reflexión, y es la siguiente:
“LA IGNORANCIA AFIRMA O NIEGA ROTUNDAMENTE; LA CIENCIA
DUDA”
Hasta la próxima semana¡¡¡